El yermo de Aiel

Perrin se encuentra de regreso en Dos Ríos, un lugar lleno de recuerdos, donde cada rincón evoca su pasado. Junto a él están Faile, su eterna compañera, y Loial, el leal Ogier, así como un grupo de Aiel que lo acompañan en su travesía. La tensión es palpable, ya que el grupo no solo busca respuestas, sino también enfrentarse a viejos fantasmas.

Mientras se adentran en el yermo, los desafíos que enfrentan no son solo físicos, sino emocionales. Las relaciones se ponen a prueba y las decisiones difíciles marcan el rumbo de su aventura. Faile, fuerte y decidida, se convierte en su ancla en momentos de incertidumbre, mientras que Loial añade su sabiduría y humor a la mezcla, aliviando la carga del viaje.

Este capítulo de su vida les enseña que el verdadero viaje es tan interno como externo. Cada paso les acerca más a la verdad de sí mismos, en un mundo en constante cambio. Los lazos de amistad y amor se fortifican, mostrando que a pesar de las adversidades, siempre hay un camino hacia la esperanza y la redención.